Hay bodas y bodas.
Y la de hoy es una de esas
BODAS con mayúscula, de las especiales, de las emocionantes, de las que no
dejan a nadie indiferente.
Seis y media de la tarde, Real Basílica de San
Francisco el Grande.
Todos los invitados acompañan al novio, que
espera impaciente junto el altar Mayor.
Por fin aparece ella, con su eterna sonrisa. Radiante con su espectacular vestido de Manuel Mota.
Nadie quedó indiferente. Y es que Sandra es de esas novias que por encima de un gran vestido o un bonito peinado irradian carisma en cada gesto y cada detalle.
Lo que verdaderamente llamó mi atención es la pasión que reflejaban los novios, una complicidad absoluta, un amor incondicional, puro y sin reservas.
Para la celebración de la fiesta, el Museo del Traje fue el marco ideal, donde los novios disfrutaron junto a sus familiares y amigos de un delicioso cóctel de bienvenida en los preciosos jardines del museo, amenizado con música en vivo.
Durante toda la celebración se vivieron momentos llenos de emoción y sorpresas.
Hoy ya están casados y casi a punto de volar a su Honey Moon.
Estoy segura de que la resaca de emociones va a durarles muchos días.
Sandra y Alex una boda
Preciosa……Gracias por vuestra amistad !!!
Que seáis muy felices.